Una historia de oscura y sangrienta fantasía épica

– Dedicatoria


Dedicatoria II

A Robert E. Howard, por crear este género para nosotros, para todo un mundo.

Para los fans de la Fantasía Heroica Épica, la Espada y Brujería.

A todos aquellos que gustan de mundos donde no das una patada y salen mil liches-archimagos-super-luchadores-hipermusculados-peliblancos-cutres-lastimosos-sin carisma, y donde las mujeres-espadachina-florero son una fantasía más que descartada y las sustituyen duras guerreras.

En suma, a los que juegan rol, a los que leen, a los que hacen ambas cosas y se divierten haciéndolo, e imaginan sus historias y tienen su propia leyenda.

He aquí la mía.


Declaración y dedicatoria

Sé que algun@s conocéis algo de la historia del personaje del que tratan los relatos que habéis leído de mí.
El que más y el que menos, ha leído El Príncipe del Abismo, que surgió como un proyecto parejo y a la larga una saga que nos contaba sobre las vivencias de Kerish en el reino de #Camelot pre y post-Terra e Hispano (ya hubo salas de chat en las que estuve en Arrakis, o como Inforchat, Olé, etc, que fueron pasando la sala), y por cierto, llegué a avanzarla mucho en la última “sesión” pero perdí todo el trabajo y espero poder recuperarlo un día para vosotros, por lo que ese proyecto, de momento, queda congelado hasta buenas nuevas.
En lo referente a Kerish, otr@s muchos de vosotr@s nunca habéis escuchado hablar de él (o puede que sí), pero tiene sus propias vivencias que le han llevado a ser como es “actualmente”.
El objeto de esta entrada es aclarar que terminé este libro con unos 13 ó 14 años (sí, voy a colgar un libro episodio por episodio) y bueno, no me parece para nada mala idea, pues las editoriales de nuestro país viven de las reediciones y no quieren autores españoles, con mucho uno para ser representativo, o algún amigo enchufado y tira.
Y por los que habéis conseguido publicar con vuestro esfuerzo, que habéis formado vuestro mundo y personajes desde la mente, el corazón y las manos, os deseo lo mejor, porque es un gran logro llevar vuestras palabras a los demás y eso es algo que no va a olvidarse nunca.
¿Que no tengo agente editorial que les haga abrir el libro, que por más que pueda insistir ciertas editoriales van a pasar del tema?
Bien, visto lo visto ciertamente tendré que joderme y bailar, pero no soy buen bailarín y no pienso joderme.
Muchas personas me animaron años después a publicar mis letras (llevo ya unos ocho libros, y tengo cuatro más en proceso… bueno, cinco) y admito que me hacía cierta ilusión, no sé, incluso el morbillo de entrar al mercado editorial y merecerme un puesto en el trono de la fantasía épica heroica (sigue gustándome más decir Espada y Brujería), lo que pasa es que si no te dan la oportunidad…
…Poco puedes conseguir por tu parte.
No estoy desanimado, y seguiré con ello. Sin embargo, sé que muchos llegaréis por error o buscando un nombre, o una palabra, y otros tantos, vendrán porque sepan qué es lo que hay aquí. A todos os digo unas pocas palabras, pero que sin duda tienen sentido a todas luces: Por lo menos vosotros me leeréis, y eso es lo que cuenta.
¿Que no me dan la oportunidad de ser escritor porque no cuento con un título de profesor, licenciado o montón de libros a mis espaldas ya publicados? Me la suda, yo no conozco la rendición y desde luego no voy a rogar por algo que se me debe por derecho.
Esto no es un discurso sino una declaración de intenciones, muchas personas en el mundo quieren ser actores, guionistas, motociclistas, taxistas, soldados, pescadores, policías, narcotraficantes, detectives de género negro, estrellas del pop, dioses del rock, arquitectos… yo no tenía más pretensión que escribir para mí mismo, pero veo que podría llegar a la gente y de haberlo conseguido, ganarme la vida con ello si me era posible.
No es que piense que valga para esto por propia prepotencia, sino por plena confianza de otras personas, además de la mía, en mis posibilidades. Y está demostrado.
Pero cuando la gente que me lee dice que le gusta mi estilo y la historia, uno tiene que pensar que es una putada que tantísimas personas piensen igual y unas pocas que deberían abrir la tapa y leer y decir “éste chico vale o no vale, pero al menos le leí” no lo hagan.
Porque ni lo dicen, ni lo hacen. Pero no es como si eso valiera realmente, porque lo que vale realmente es la verdad de las personas que te leen, no de un zampabollos que mira la cubierta y descarta el libro sin prestarle mirada siquiera.
Y muchos y muchas como yo están en la misma situación.
Sabed una vez más que siempre habéis tenido mi apoyo, y seguiréis teniéndolo. Me conocéis desde que entré a este mundillo de historias que hemos intercambiado ya con 14 por cumplir, y la cosa no ha cambiado: sigo siendo el mismo y mi fuerza es mayor cada día.
Si se muere el género, no será porque no haya gente que lo pueda mantener vivo, sino porque las personas que deberían apreciar nuestra ilusión y esfuerzo pasan totalmente de ello.
¿Y es importante? En un porcentaje muy pequeño, porque cuando los pares de ojos que se fijan en tus letras y ríen, odian, se excitan y sienten la sangre del enemigo en las manos y el acero entre los huesos, todo ello orquestado por tus dedos, eso te hace sentirte grande y valorado.
Ahora, me despido dejándoos una dedicatoria, y en espera de vuestros comentarios, valorando cada paso que dáis por este oscuro portal…

Bienvenidos a mi mundo.

Kerish

Tenía menos de catorce años cuando empecé a conocer más profundamente el mundo de la Espada y Brujería, la Fantasía Heroica Épica.
Fue cosa de leer, jugar rol, y bueno, me puse a escribir las aventuras del personaje que surgió como una parte de mí en un mundo como tantos otros que han existido.
¿Tendría doce inviernos en aquel o algo más?
Realmente, este libro que escribí en una época difícil (que se prolongó años) está lleno de todo el miedo, la pasión, la calidez, el dolor, la gracia y la fatalidad que me hacen enorgullecerme de tener cosas por las que vivir, al igual que al personaje.
Día a día escribía en un cuaderno de tapas duras granates hoja a hoja con bolígrafo, dibujos y letras, las aventuras que vivía.
Un verano de 1995 en aquella playa lejana, a metros del mar, una noche a la luz del campingaz, un libro, unos números en un papel, dados y aventuras por vivir.
Todos llevamos una fantasía en nuestro interior, algo que deja huellas en nuestros sueños mientras dormimos y aquello a lo que le perdemos el rastro al despertar.
Me ha costado años decidirme por publicar estas letras, no es el primer libro de estilo fantástico en nuestro país, ha habido muchos antes, por eso algunos encontrarán simples estas líneas, otros compuestas, algunos efímeras, pocos incorregibles, y quien menos, transgresoras. Hay opiniones para todo.
Y quizá por eso, estas letras gustarán y disgustarán. Las dos caras que tenemos que saber apreciar cuando la moneda gira sobre su canto a toda velocidad y no sabemos qué va a ser.
Pero para mí, también fue el pasar de una etapa a otra, el tránsito que marcó mi camino y despertó lo que dormía en mí.
Nadie nace sabiendo, por eso aprendemos.

A mi madre por leerlo antes que nadie y engancharse a la historia.

A la gente de siempre que sabe estar ahí, a quienes ya no están.

Y a las horas que pasé jugando con mis amigos. Sin eso, esto sería papel en blanco.